Tiempo de viaje:
0 días
Velocidad promedio:
5
Km/h
Después de la Revolución de Mayo de 1810, asumió la Primera Junta, el primer gobierno patrio del territorio al que se denominó Provincias Unidas del Río de la Plata. Sin embargo, los españoles no aceptaron esta situación y comenzó una larga y costosa guerra. En 1816, aún faltaba declarar la independencia de España y de cualquier otro país. Con este fin, se decidió reunir un congreso en San Miguel de Tucumán con los representantes de cada una de la Provincias Unidas.
Para elegir el lugar en donde se llevó a cabo el Congreso Constituyente de 1816, se tuvieron en cuenta algunos factores, como que San Miguel de Tucumán quedaba aproximadamente en el centro de la región que abarcaban las Provincias Unidas del Río de la Plata y que, además, estaba protegida por el Ejército del Norte, que tenía allí su cuartel general. También se consideró la desconfianza que despertaba Buenos Aires en las provincias del Litoral y en la Banda Oriental.
En aquella época, no existían automóviles ni aviones que permitieran trasladarse rápidamente, sino que se utilizaban galeras y carretas como medios de transporte. Las carretas eran las que más tardaban, ya que eran tiradas por animales de carga, como mulas o bueyes. Las galeras, en cambio, tenían mayores comodidades, y eran tiradas por caballos. Desde Buenos Aires hasta Tucumán hay una distancia de 1.400 km y el tiempo de viaje podía alcanzar los 30 días.
Tiempo de viaje:
0 días
Velocidad promedio:
5
Km/h
Tiempo de viaje:
0 horas
:
0 minutos
Velocidad promedio:
900
Km/h
Tiempo de viaje:
0 horas
Velocidad promedio:
100
Km/h
Tiempo de viaje:
0días
Velocidad promedio:
15
Km/h
Además de las largas distancias, algunos congresales de los que llegaron a Tucumán tuvieron que atravesar terrenos muy difíciles de recorrer. En el norte de la provincia se encuentran las sierras Subandinas, separadas por extensos valles y quebradas, como el valle de Tafí y la quebrada de Lules. En el oeste y el sur se extienden las Sierras Pampeanas, una zona de montañas de gran altura. Allí la vegetación forma una selva, conocida como yunga o nubiselva, porque siempre está cubierta de nubes.
Reproducir canción
Yo no le canto a la Luna
Porque alumbra y nada más
Le canto porque ella sabe
De mi largo caminar
Ay lunita tucumana
Tamborcito calchaquí
Compañera de los gauchos
En la senda del Tafí
Perdido en las cerrasones
Quien sabe vidita por donde andaré
Mas cuando salga la luna
Cantaré, cantaré
A mi Tucumán querido
Cantaré, cantaré, cantaré
Con esperanza o con pena
En los campos de Acheral
Yo he visto a la Luna buena
Besando el cañaveral
En algo nos parecemos
Luna de la soledad
Yo voy andando y cantando
Que es mi modo de alumbrar
Perdido en las cerrasones
Quien sabe vidita por donde andaré
Más cuando salga la Luna
Cantaré, cantaré
A mi Tucumán querido
Cantaré, cantaré, cantaré
Un mes antes de la declaración de Independencia, la Luna fue protagonista de un fenómeno poco usual. El 9 de junio de 1816 se produjo un eclipse total de Luna. Un artículo de la época, publicado en La Prensa Argentina el día martes 25 de junio de 1816, refiere a las observaciones del eclipse realizadas por dos aficionados a la astronomía, Bartolomé Muñoz y Vicente López. En aquel entonces, había pocos científicos profesionales en el Río de la Plata. Algunos eran extranjeros europeos, y unos pocos eran criollos.
Tras varios días de viaje, los representantes de las provincias llegaron a la ciudad de Tucumán. A falta de edificios públicos adecuados, se decidió que el Congreso Constituyente sesionara en la casa de los Bazán Laguna, una importante familia local. Tras cuatro meses de debates, el 9 de julio de 1816 declararon la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur. El acta de declaración de Independencia se difundió en el resto de las ciudades y fue traducido al quechua y al aymara.