El 12 de octubre es una fecha para reflexionar sobre nuestra identidad y sobre la variedad de culturas que aportaron a su construcción. Desde los primeros habitantes del territorio hasta la actualidad, la Argentina se fue conformando como una sociedad multicultural en la que conviven personas de muy diversos orígenes, con diferentes lenguas y costumbres. En este día, rescatamos y valoramos el aporte de los pueblos originarios que durante muchos años fueron ocultados o silenciados.
Aunque los españoles no lo sabían, en América vivían diversos pueblos. Algunos de ellos, como los aztecas, en el actual México, y los incas, en Perú, habían desarrollado grandes imperios. Sin embargo, fueron derrotados por los españoles que los sometieron con violencia, los obligaron a trabajar para ellos y les contagiaron enfermedades que causaron la muerte de gran parte de la población.
Tenochtitlan, la capital azteca, fue una ciudad fundada sobre el agua. Los aztecas inventaron las chinampas, unas balsas de madera cubiertas con tierra que servían para cultivar en ese ambiente. En la actualidad, esta forma de agricultura es reconocida como Patrimonio Mundial Agrícola.
El quipu era una herramienta que utilizaban los incas para anotar datos numéricos, aunque algunos especialistas consideran que también podía utilizarse como sistema de escritura. El objeto se construía con cuerdas sobre las que se hacían nudos para registrar y transmitir información.
Se estima que hace 12.000 años arribaron los primeros pobladores al actual territorio argentino. Estas personas habitaron en condiciones naturales muy diferentes a las del presente y convivieron con especies animales que luego se extinguieron. En nuestro territorio, se establecieron diversos pueblos que obtenían de la naturaleza elementos necesarios para satisfacer sus necesidades.
En el actual territorio argentino habitaron pueblos nómadas y sedentarios. Los primeros se alimentaban de frutos y de animales autóctonos, como el ñandú, la llama y gran variedad de aves y peces. En cambio, los sedentarios practicaron la agricultura de maíz, quinua, mandioca y otras especies, que les permitieron crear platos más elaborados que todavía se consumen en distintas regiones del país.
El idioma que hablamos adoptó muchas palabras que provienen de lenguas nativas, como poncho, gaucho, vincha y carpa, todas de origen quechua. En la actualidad, en nuestro país se conservan al menos catorce lenguas indígenas, que se promueven y difunden en escuelas de educación bilingüe, una modalidad educativa que está garantizada por derechos reconocidos en la Constitución Nacional.
Eterei katu raepa
raruaija jeroyi jagua
jagua gua
takuarí porá
ijeije ijeije
¿Quién es realmente desde antes
el dueño de las copas de los árboles,
el terrible, el resistente?
El jaguar que se guarece
entre hermosas tacuaras
así se dice, así se dice.
Los pueblos originarios de América continúan la lucha por el reconocimiento de sus derechos, su especificidad cultural y su preexistencia histórica. Muchos de ellos adoptaron la wiphala como símbolo de unidad y de vida en armonía. Aunque no se conoce con certeza cuándo se creó este emblema, se considera que retomó sus colores del arcoíris y que refleja la cosmovisión de algunos pueblos americanos.